Mi historia con Adventurebag comenzó en 2016, estrenando mi moto, comenzando una gran pasión, nuestro drybag nos ha acompañado a Medellín, Bucaramanga, Cali, San José del Guaviare, san angústin. Y muchos más lugares.

También es especial porque en un viaje, algún malintencionado corto el drybag, la única forma en que se dañe, y contactamos a la fábrica y nos ayudaron a que quedara en perfectas condiciones. La única razón por la que cambiaría mi drybag sería para tener una nueva.

Compre mi Adventurebag en diciembre del 2016 y desde esa época me ha acompañado en muchos viajes. Jamás me ha fallado con la impermeabilidad, tiene mucho espacio, excelente resistencia en costuras y puntos de anclaje, soporta muy bien el exceso de equipaje y es fácil de cargar. Aún está en muy buena condición.